Los días de arrepentimiento en el calendario hebreo
son principalmente entre Rosh Hashaná (Año Nuevo) y Yom Kipur (Día de Expiación). Estos días tienen especial importancia
porque en la tradición judía, como establece la avodá de las altas festividades, durante ese periodo El Eterno juzga a cada
persona, pero reserva el veredicto final para Yom Kipur.
Los diez días de arrepentimiento se consideran
la última oportunidad de la persona, por medio de sus acciones, de influir para que Elohim reconsidere una posición desfavorable.
Por esta razón, el saludo festivo que hasta Rosh Hashaná era leshaná tová tikatevu (Que seas inscrito en el libro de
la vida), se cambia al acercarse Yom Kipur a gmar jatimá tová (Que seas sellado para bien en el Libro de la Vida).
Contrariamente a la creencia popular, el shabat
es el día más sagrado del calendario hebreo, pero debido a la exigencia del ayuno, se suele pensar que Yom Kipur es más sagrado.
La exigencia de ayunar en Yom Kipur es de orden
bíblico. El libro de Números (29:7) establece: "Y en el diez de este mes séptimo (tishrei) tendréis santa convocación
y afligiréis vuestras almas..." En el judaísmo afligir el alma significa abstenerse de comer. El ayuno debe ser
de más de 24 horas, comenzando antes de la puesta de sol del día 9 del mes de tishrei hasta los primeros momentos del
día 11 del mes.