Hanukkah también es conocida como el Festival
de las Luces. Conmemora la victoria de los Macabeos sobre los griegos-asirios quienes profanaron el Templo.
Celebra también el milagro que allí ocurrió cuando quedaba solo un remanente
del aceite utilizado en el Templo el cual podía preparar el Kohen Gadol. Ese remanente era para encender un solo día
la lámpara eterna. Pero ocurrió el milagro de que se mantuvo encendida por 8 días hasta que hubo más aceite y
el Templo fue rededicado.
En el libro de Yohanan encontramos que Yahshúa ha Masíaj celebró la Fiesta de
la Dedicación. Algunos se aventuran a decir que por Hanukkah no ser una de las festividades ordenadas por Ha Shem
en la Toráh, no es obligatorio celebrarla. Pero pensemos en esto. El Tercer Templo será construido, según
algunas profecías será profanado, pero Yahshúa vendrá a ese Templo a sacrificar y a celebrar las festividades. ¿Habrá
una dedicación? Sí. ¿Acaso no se encenderán allí las luces de la menoráh? Por supuesto que sí.
Yahshúa dijo: "yo soy la luz del mundo" y desde allí impartirá su luz a todas
las naciones. También dijo: "NO he venido para ser servido, sino para servir". El Shamesh es el servidor
y en la hanukkiah (candelero de hanukkah) es la luminaria del centro, la que enciende a todas las demás luces.
Yahshúa impartirá su luz a las naciones desde Yerushalayium donde estará el Templo como el shamesh lo hace con el resto de
las luces de la hanukkía. El brillará con la luz de la Toráh.